Todo… la limpieza y detalles espectaculares.

La azotea del hotel ofrece unas vistas increíbles y es un lugar perfecto para relajarse después de un día explorando la ciudad.

El aire acondicionado hacía mucho ruido durante la noche, lo que interrumpió nuestro sueño.

Reseña exprés para los que van con prisa

Ubicación envidiable con una terraza espectacular. Las habitaciones son cómodas, aunque hay que tener en cuenta que algunas son algo pequeñas y los colchones pueden ser firmes. Un poco de ruido durante celebraciones, pero la amabilidad del personal compensa lo negativo. Un step en Sevilla al que vale la pena asomarse.

gran experiencia en el corazón de la ciudad

Todo estaba impecable y los detalles en la habitación hicieron que nuestra estancia fuera muy especial. La atención del personal fue excepcional, siempre sonrientes y dispuestos a ayudar. Además, el encanto del desayuno en la terraza con vistas a la catedral fue un excelente comienzo del día.

El aire acondicionado era un poco ruidoso durante la noche.

1 Decoración musical encantadora
2 Terraza con vista impresionante
3 Atención excepcional del personal

1 Dificultades para aparcar
2 Ruido del aire acondicionado

una experiencia maravillosa cerca de los principales puntos de interés

disfruté de un desayuno en la terraza con vistas a la catedral y la Giralda, ¡son intoxicantes! también me encantó la experiencia de pasear por el encantador barrio de Santa Cruz, que está a menos de un kilómetro, llenándome de historia y belleza en cada rincón.

La habitación era cómoda, aunque el aire acondicionado hacía ruido.

No te pierdas el jardín en la azotea para relajarte un rato y disfrutar de la vista mientras tomas algo.

El hotel está en un lugar perfecto y tranquilo. Nos dieron una habitación muy amplia y cómoda, ideal para estar con el niño. Además, la atención del personal fue genial, siempre dispuestos a ayudar. ¡El desayuno estaba delicioso y muy variado!

A mis hijos les habría encantado un área de juegos.

El desayuno en la terraza era tan delicioso que me sentí como un rey con vistas a la catedral y la Giralda, mientras disfrutaba de frutas frescas que parecían más brillantes que las estrellas. La decoración musical del hotel me hizo sentir como si estuviera en una película clásica donde cada rincón tenía una melodía propia.

Ruido del aire acondicionado

La ubicación es ideal, a un paso de la catedral. La terraza es un paraíso para relajarse y disfrutar de la música clásica. La decoración del hotel, con su encanto original del siglo XVIII, me hizo sentir muy especial.

El ascensor estaba más caprichoso que mis antojos de tapas.

La habitación Mozart que nos dieron era espaciosa y cómoda, perfecta para relajarse. La cama oversize y la bañera de hidromasaje eran un lujo. Todo estaba bien cuidado y limpio, con detalles como batas y zapatillas. Nos hicieron sentir como en casa. La decoración también era bonita, con un toque musical que le daba encanto. Solo el precio era un poco elevado, pero al menos valió la pena por la calidad.

La terraza ofrece unas vistas impresionantes a la catedral, ideal para relajarse. La habitación era algo pequeña y con poca luz, lo que fue un inconveniente.

La habitación era enorme y super cómoda, y nos encantó relajarnos en la azotea con el jacuzzi y la piscina, genial para estos días tan calurosos. Aunque la variedad de bollería en el desayuno podría mejorar un poco, la fruta estaba deliciosa. ¡No olvides probar el desayuno con vistas, vale mucho la pena! ☀️

Disfruté de un desayuno en la terraza con vistas a la catedral. El ambiente era único con las campanas sonando, creando una experiencia encantadora. La atención del personal fue destacable, muy amable y atento en todo momento. Cierto que el lugar está en una calle estrecha, pero eso le da encanto. Como amante de la buena comida, encontré que el desayuno cumplió con lo que se espera en una visita a esta ciudad.

Me resultó un poco complicado encontrar aparcamiento en la zona y durante la noche, el aire acondicionado hacía un poco de ruido, afectando el descanso.